Aguamarina, una vendedora de flores analfabeta y empobrecida, conoce a un atractivo joven rico de la industria de la moda que coquetea con ella, lo que la hace perder su trabajo cuando ella responde arrojándole el agua de las flores a la cara.
Como penitencia, le encuentra un puesto que no ha ocupado en el hogar de su rica novia y su familia.